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En la actualidad, los filtros de belleza en redes sociales se han convertido en una herramienta popular para mejorar la apariencia de las fotografías y ocultar imperfecciones. Sin embargo, estos filtros pueden tener un impacto negativo en la autoestima y la salud mental, especialmente en adolescentes y jóvenes que buscan alcanzar estándares de belleza irreales. En algunos casos, el uso excesivo de filtros puede llevar a trastornos dismórficos corporales y a la búsqueda de procedimientos quirúrgicos innecesarios.
En las clínicas de estética, el aumento de solicitudes para procedimientos como labioplastias, rinoplastias y otros procedimientos estéticos, a menudo se relacionan con el deseo de parecerse más a la imagen perfeccionada que se logra a través de los filtros. Sin embargo, es importante que los pacientes comprendan que los filtros no son siempre realistas y que los procedimientos quirúrgicos tienen riesgos y consecuencias que deben ser cuidadosamente considerados.
Para abordar este problema, es importante que los profesionales de la salud y la sociedad en general promuevan una cultura de aceptación de uno mismo tal y como es. En lugar de perseguir estándares de belleza irreales, debemos aprender a valorar la diversidad y fomentar la autoaceptación. Además, es crucial que los padres y educadores estén informados sobre los riesgos del uso excesivo de los filtros y trabajen con los jóvenes para construir una imagen positiva de sí mismos basada en la salud, la felicidad y la autoaceptación.