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En los últimos años, hemos presenciado un fenómeno creciente en el ámbito de la medicina estética: el descenso de la edad media de aquellos que buscan procedimientos para mejorar su apariencia.
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Juan Antonio López, presidente de la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME), advierte sobre los riesgos asociados a esta tendencia, especialmente entre los más jóvenes, quienes buscan emular a sus ídolos de las redes sociales.
En un artículo reciente publicado por Pedro Fernández el 26 de marzo de 2024, se destaca que el 40% de la población española ha optado por algún tipo de tratamiento estético, con los faciales liderando con más del 70% de las intervenciones. Este aumento en la demanda está directamente relacionado con la influencia de los medios digitales y las redes sociales, donde los jóvenes se ven bombardeados con imágenes de ‘influencers’ que representan los estándares de belleza contemporáneos.
“La influencia de los filtros de belleza en las redes sociales también ha contribuido a una mayor insatisfacción corporal”
La juventud, más expuesta que nunca a estas imágenes retocadas y filtros de belleza, está experimentando una presión sin precedentes para alcanzar la perfección física. López señala que muchos jóvenes acuden a las consultas médicas mostrando fotografías de sus ídolos en las redes sociales, expresando un deseo de parecerse a ellos. Sin embargo, esta búsqueda de la perfección estética no está exenta de riesgos.
Es importante reconocer que todos los procedimientos de medicina estética conllevan riesgos inherentes, desde complicaciones menores hasta secuelas permanentes. A menudo, los jóvenes subestiman estos riesgos, considerando los tratamientos estéticos como simples procedimientos sin consecuencias. Esta percepción errónea puede llevar a decisiones impulsivas y poco informadas que ponen en peligro su salud y bienestar.
La influencia de los filtros de belleza en las redes sociales también ha contribuido a una mayor insatisfacción corporal y una disminución de la autoestima entre los jóvenes. La realidad distorsionada que presentan estos filtros puede crear expectativas poco realistas y perpetuar estándares de belleza inalcanzables.
“El 71,8% de los clientes de medicina estética son mujeres”
Además, la tendencia de que los jóvenes acudan a las consultas de medicina estética acompañados de sus padres o tutores plantea interrogantes sobre el papel de la influencia familiar en estas decisiones. Es crucial considerar no solo los aspectos físicos, sino también los psicológicos y emocionales de los pacientes jóvenes, ya que su satisfacción con los resultados puede estar influenciada por una variedad de factores externos.
A pesar de que el 71,8% de los clientes de medicina estética son mujeres, es importante destacar que la búsqueda de la perfección física no es exclusiva de un género. Los hombres también están recurriendo cada vez más a estos tratamientos para alcanzar sus propios estándares de belleza y bienestar.
“La medicina estética puede ser una herramienta poderosa para realzar la confianza y el bienestar”
En España, el aumento en la demanda de servicios de medicina estética ha ido de la mano con un incremento en el número de profesionales especializados en el campo. Sin embargo, el sector enfrenta desafíos significativos debido al intrusismo y la formación irregular, lo que pone en riesgo la seguridad y la salud de los pacientes.
Como distribuidores de medicina estética, es nuestro deber promover una cultura de la belleza saludable y responsable. Alentar a nuestros clientes a tomar decisiones informadas y brindarles el apoyo necesario para entender los riesgos y beneficios de los tratamientos es esencial para garantizar su seguridad y satisfacción a largo plazo.
En última instancia, debemos recordar que la verdadera belleza reside en la aceptación y el amor propio. La medicina estética puede ser una herramienta poderosa para realzar la confianza y el bienestar, pero nunca debe reemplazar el valor intrínseco de la individualidad y la autenticidad.